4/12/12

Nuestra capa española: tradición y elegancia

La capa española
Capa española
Hace unos días vi expuesta una capa española, era preciosa, erróneamente creía que esta prenda era obsoleta; sin embargo, al indagar me ha sorprendido que hay en casi toda España Asociaciones de Amigos de la capa que la utilizan e intentan promocionarla.

Existe una definición antigua que engloba su historia:

La capa, esa atmósfera de tela ondulante y obsequiosa, es memoria tejida de nuestra historia. Evoca ritos ancestrales, mantos senatoriales, tercios guerreros; tiene aromas de estudiantes que corrían la tuna en Palencia o Salamanca y trae recuerdos de intrigas y embozados en la corte de los Felipes; saca color y buen aire de las faenas toreras y se torna en rico brocado sobre las vírgenes de las procesiones; es peto y espaldar para campesinos y pastores, arrebato volandero en los jinetes y cobertura sobria de penitentes y cofrades; comporta el buen porte de los próceres, escondía la bolsa ruin de los hidalgüelos y abrigaba los cuerpos tenaces de los peregrinos, en su visita al señor Santiago.

Según la RAE es: “capa de hombre, de paño, de amplio vuelo, usualmente con los bordes delanteros forrados de terciopelo”, la única salvedad es que la utilizan también las señoras.

La capa española se compone de: cuello, esclavina, embozo, contraembozo, broches, abertura e escusón y vivo.

Su origen, tal y como la conocemos hoy, se remonta a los siglos XIII y XIV coincidiendo con la implantación de la industria textil lanera en Béjar. En el siglo XVI, la longitud de la capa reflejaba el nivel social de su propietario:

• Capa corta: mayor nobleza.

• Por encima de la rodilla: gentilhombres.

• Por la rodilla: artesanos.

• Larga hasta los pies: campesinos y villanos.

En el siglo XVIII con la llegada de La dinastía de los Borbones españoles, las capas se fabricaron con tejidos más ligeros y con colores más vivos, ampliando su longitud, de acuerdo con los gustos de la época. Los diferentes colores marcaban las diferencias sociales: las de color grana eran características del pueblo bajo.

Es en el siglo XIX cuando la capa española, en todas sus modalidades, conoció su máximo esplendor. Se sustituyeron los colores vivos por el negro, castaño, azul o verde oscuro y se le dio más vuelo, la esclavina se hizo más corta y además se forraron los embozos de piel, lana o terciopelo.

A principios del siglo XX las modalidades de capa española se redujeron quedando prácticamente un solo modelo: la capa negra o azul marino con amplio vuelo y unas bandas de terciopelo de color vivo como forro en los bordes delanteros embozo y contraembozo, el cuello se encuentra rematado por dos broches que forman el ornamento de la prenda. Son de origen salmantino y, además del cordón negro de seda, pueden ser de plata, oro, brillantes, etc. En la capa se suelen utilizar entre cuatro metros y medio hasta cinco de paño de doble ancho.

La capa española también tiene su patrón San Martín de Tours inmortalizado por El Greco en su cuadro San Martín y el mendigo cuya festividad es el 11 de noviembre día en el que se celebra El día de la Capa.

Su patronazgo deriva de una preciosa historia: siendo soldado de la guardia imperial romana un día de frío invierno, Martín encontró a un pobre desnudo que imploraba su caridad. El joven soldado, sin vacilar, tomó su espada y cortó por la mitad la capa que vestía, dándole una de las partes. Fue objeto de burlas por parte de sus compañeros, pero la acción caritativa fue dulcemente recompensada, ya que la tradición cuenta que aquél mismo día por la noche, vio en sueños a Jesucristo vestido con el mismo trozo de tela que había dado al mendigo.

Nuestra capa ha sido perpetuada en el retrato que realizó el pintor valenciano Alejandro Cabeza a S. M. El Rey Juan Carlos I de España, Camilo José Cela la vistió al recibir el Premio Nobel y Pablo Picasso fue enterrado con su capa.

El actor Pierce Brosnan en una de sus visitas a España compró varias y a mi querido Michael Jackson en 1988 Manolo Díaz presidente de CBS le impuso la capa española en otro de sus viajes.

Este año el XIV Encuentro Nacional de la Capa tuvo lugar en Segovia los días 16, 27 y 28 de octubre y reunió a más de seiscientos capistas de veintisiete Asociaciones de toda España.

Como suelen decir los capistas “El abrigo se pone, pero la capa se lleva”.

Para mí la capa es referente de elegancia. Si os animáis a compraros una y queréis saber cómo utilizarla este vídeo os será útil:

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