17/2/13

El Día de los Presidentes: curiosidades y leyendas

HerBunk     Presidents' Day     Decatur

Esta entrada se la debo al autor del vídeo que quiero compartir con vosotros al final y que me hizo indagar sobre esta conmemoración que desconocía.

El tercer lunes de febrero celebran en Estados Unidos el Día de los Presidentes (President's Day) en honor a todos sus presidentes.

Fue en el año 1971 cuando, el entonces presidente, Richard Nixon proclamó esté día como festivo uniendo las fechas de nacimiento de George Washington (22 de febrero de 1732) y Abraham Lincoln (12 de febrero 1809), aunque algunos estados siguen celebrando por separado las fiestas originales de Washington y Lincoln.

Durante este fin de semana se celebran toda clase de actividades:

– Culturales: rememorando la historia de sus presidentes, en especial las de los dos protagonistas: Washington y Lincoln.
– Visitas al The National Park Service (El Servicio de Parques Nacionales), al Monte Rushmore o a parques militares como Gettysburg.

Actualmente es también un día muy señalado para las ventas, se puede comprar de todo y a muy buen precio.

Os transcribo datos curiosos sobre algunos presidentes:

James Madison fue el presidente más bajo, medía 1,57 cm (cinco pies y dos pulgadas).

Abraham Lincoln fue y es el presidente más alto, medía 1,93 cm (seis pies y cuatro pulgadas).

Thomas Jefferson hablaba con fluidez en Inglés, latín, griego, francés, español e italiano. También aprendió a hablar varios dialectos nativos americanos.

Herbert Hoover y su esposa Lou Henry Hoover hablaban chino en sus conversaciones privadas.

James A. Garfield podía escribir griego con una mano y latín con la otra.

Lyndon B. Johnson solía pasar por la Casa Blanca durante la noche para apagar las luces que no eran necesarias.

Hay una leyenda preciosa sobre Abraham Lincoln que, dada su personalidad, no me extrañaría que fuera cierta:

Cuando Lincoln era uno de los principales abogados del Estado, se encontró en frente de su casa a una niña de diez años que estaba de pie al lado de un baúl llorando amargamente. Se detuvo para ver qué le sucedía. La niña le respondió que tenía que llegar a Decatur, pero que perdería el tren porque el carro que esperaba no había ido a buscarla.

Abraham Lincoln le dijo: “No te preocupes, ven conmigo“. Levantó el baúl sobre su hombro y, tomando a la niña de la mano, se dirigió por las calles de Springfield hasta la estación (media milla, unos 804 metros aproximadamente), colocó su baúl junto a ella en el tren y la despidió muy feliz.

Aquí tenéis el video subido por HerBunk Productions, un señor jubilado con un curioso perfil de servicio durante 21 años en las Fuerzas Aéreas de EE. UU y a quien le gusta jugar con ordenadores.

Espero que os guste tanto como a mí:

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